martes, 11 de agosto de 2015

De espaldas al ... Mundo...



De espaldas al mundo... eso solía decirme el anciano, aquel de sonrisa escondida,  que me encontró ese día mientras lloraba yo, ya sin lagrimas por mi primera decepción amorosa, ese hombre a quien después me gustaba ir a buscar a ¨las Bing¨... la famosa neveria que estaba frente a ese gran parque de la insurgentes...
- De espaldas a el debes caminar cuando pienses que este mundo caído y trágico deje de girar para ti... dale la vuelta a los problemas, giralos... ponte en el lugar de aquel que te hizo ese daño e intenta actuar como el... ahora tu eres la mala... ¿se siente mejor?... ¿verdad que no?... entonces sigue tu, siendo la buena, la heroína, la dulce chica, con grandes talentos que algún día lograra conquistar lo que se proponga... esa eres tu chiquilla... ven, tomemos una nieve, y deja que ese ogro algún día caiga en su apestoso pantano de vulgaridad, ese es su hogar... ¿de cual te gusta? de chocolate de seguro querrás, esas les gustan a las niñas tiernas como tu- ...
-de chocolate-
le ordeno a la encargada en cuanto nos acercamos al mostrador de cristal
-y póngale también una bola de fresa, por favor-
Agregue yo mas dispuesta, y el me sonrió, señalándome una mesa cercas de la fuente trasera del amplio local...
Era todo un literato, maestro de ciencias sociales, sabia las historias completas de varios países con todo y su cultura... yo le decía ¨Señor¨ y el me corregía  - no... yo no soy señor... para Señor solo el que esta allá arriba... yo soy solo un Don... para ti soy Don Saldivar... recuerdame por mi apellido-...
Y nos pasábamos horas el hablando y yo escuchando, era extraño, mantenerme quieta con sus historietas de situaciones trágicas donde siempre resultaba un vencedor... me contó un día orgulloso de su sobrina, la chica gimnasta que vivía en el norte del país; y que había ganado ya 8 medallas a nivel nacional y dos en los panamericanos... -le gano a la Rumana pecosa, a esa tan creída-
me dijo un  día enseñándome la fotografía de su amada sobrina... -ve... mira nomas que belleza de mujer, esta niña es una rompe corazones, tiene a varios tipejos sobre sus pies, ve como esta de linda-
y casi me pegaba en la cara con la fotografía, yo la tomaba y la observaba un poco, confirmandole con la mirada que si era una bella chica, el suspiraba y me repetía de nuevo la historia de su vida, como cuando la ayudo a venir al mundo el mismo con sus propias manos, como le cambiaba pañales cada día sin importarle que le pateara la cara y las muchas veces que tenia que correr a bañarse porque terminaba bañado en orines ... luego seguía con el día que la llevo a su primer clase de ballet, la primera y la ultima porque se callo dos veces y ya no quiso volver, entonces opto por inscribirla a gimnasia y ahi desarrollo su gran talento... ese que ya la hacia ganar medallas...
-Es una campeona... pronto ira a las olimpiadas, y le ganara a las rusas, rumanas y japonesas... ah! y a las chinas cirqueras, mi sobrina sera un ejemplo para esa bola de chiquillas rebeldes que andan perdiendo el tiempo en la calle, fumando, tomando, drogandose y hasta prostituyéndose a temprana edad... si... mi sobrina sera el orgullo de este país... de este México, este hermano de anchuroso pecho, cantera de destinos, pastor de claridades, pulidor de raíces, horno de pan moreno...
Y así seguía con su bla bla bla, por largas horas, hasta quedarse dormido sobre esa mesa del jardín de la neveria... yo le retiraba sus gafas lo recargaba un poco hacia atrás, guardaba su viejo portafolio de piel que siempre cargaba lleno de chunches y recortes de periódicos de cuando el era un famoso profesor de filosofía y letras en la Universidad Autónoma de Nuevo León... y me retiraba a mi casa, pensando en la historia que le inventaría a mi madre para que me dejara venir la próxima semana para seguir escuchando sus Talentos...
De el aprendí a escribir y ¨transcribir¨, a buscar el don que decía que tenia por ahi en mi interior, a el le aprendí a ¨recitar¨ con algarabía y gran sentir esos poemas que me hicieron ganar certámenes estatales, a el le aprendí a ¨inventar historias¨, a ¨cambiarles los finales tristes¨ por otros mas agradables, a el le creí que para llegar a ser un buen escritor primero debería adentrarme al planeta de los escritores y poetas locos, esos que logran crear, desbaratar y armar las historias vanas e imaginarias para después mostrarlas y clavarlas en las mentes vulnerables de esos seres por demás sensibles y con ganas de pintarle una curva de sonrisas a este débil e iluso mundo, tan falto de valores... tan caído que casi ya es insostenible... a el le creí que podría yo escribir un libro...
-¿Un libro?...
me pregunto asombrado cuando se lo dije
-¿Porque mejor no escribes dos, o tres... o muchos...? todos los que quieras podrás escribir...-
me dijo después al verme titubear intrigada por su respuesta, yo le sonreí mientras el me señalaba el avión que acababa de aterrizar, ese  que traía a su amada sobrina por primera vez a estas tierras, para reposar mejor después de esa difícil cirugía... ella se quedo unos días y a los pocos  meses se llevo al gran escritor, a ¨Don Saldivar¨, al norte del país, donde finalmente partió, a la mejor de las moradas...

Para el y sus cómplices escritores quienes me han aceptado con carnet de glorias, mis historias mágicas, un tanto trágicas, pero siempre... siempre... siempre... con un gran final...

(Te dije que pronto te contaría mi coincidencia con tu tío, pues aquí esta... así fue como yo entre a su mundo de escritores, de esos que no estamos a la venta... y ahora tu ve con tu discípula por esa medalla... que importa que ya no puedas desplazarte al frente, porque siempre podrás girar sin importar que quizás caigas de espaldas al mundo) ... 

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