No se porque hoy mas que nunca extraño la presencia de mi padre, el hombre que puso su parte para traerme a este mundo, nunca hablo de el, puesto que no me gusta recordarlo, algo dentro de mi se mueve cuando su figura viene a mi mente, nunca lo tuve a mi lado, aunque estuviera allí, siempre pasaba de largo, era como el humo cuando quería abrazarlo se esfumaba... nunca se dejo querer, ni quiso aprender a amarme, ¿tal vez sera porque tuve por padre a un fantasma?...
Hoy me acerco...
Te siento y no puedo resistir,
voy corriendo a tus brazos abiertos para mi.
y soy la niña de nuevo, inocente por Tì
que ha encontrado en tus brazos, al Padre que ahí en Tì.
Es en Tu abrazo mi Señor, donde se por fin quien soy,
en el milagro de Tu amor que me ha dado identidad,
Es en Tu abrazo mi Jesús, que recuerdo aquella cruz,
Donde Tu fuiste a morir, con brazos abiertos para mi.
El pasado borraste con tinta carmesì,
Me amaste, con Tu herida sanaste mi dolor...
es en tu abrazo mi Señor, donde encuentro paz...
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